Cayó el diluvio universal sobre Basilea, condición propicia para partidos épicos, y algo de épica fue precisamente lo que ofrecieron Suiza y Turquía en este encuentro. A falta de fútbol, buena es la pasión, aunque con semejante lluvia y semejantes charcos en el campo lo último que se podía esperar era un partido de toque. Los anfitriones se jugaban a cara de perro el ser o no ser en esta Eurocopa, y acabaron llorando, mientras que a Turquía le valía incluso el empate para seguir dependiendo de sí mismos en la última jornada, y acabaron ganando y celebrando.
En el terreno de la pasión jugaban con ventaja los suizos, pese a tener enfrente al país apasionado por excelencia. Arropados por un público volcado, los suizos buscaron con ahínco la portería de Volkan Demirel durante todo el partido. Los pocos jugones que había sobre el campo no se encontraron a gusto, y por obligación tenía que prevalecer la garra.
Las jugadas salían a trompicones, a base de fuerza y nada de maña, el campo estaba inundado y el balón se frenaba en algunas zonas y se aceleraba en otras. En una de estas, Nihat buscó sorprender con un centro cerrado, Benaglio falló y Turquía estuvo a punto de abrir el marcador con un cabezazo de Arda Turan que se estrelló en el palo.
Hijos de turcos contra Turquía
A la media hora de partido, el fútbol ofreció un nuevo capítulo de historias cruzadas. Hakan Yakin aprovechó un regalo de Derdiyok para abrir el marcador con un chut a puerta vacía. No fue un gol en propia puerta, ninguno de los dos jugadores vestía la camiseta turca. ¿Entonces? La explicación no es difícil. Los padres de Hakan Yakin emigraron a Suiza en los años 70, Hakan nació precisamente en Basilea y ha vestido la camiseta de la Schweizer Nati en 54 ocasiones. Los padres de Erel Derdiyok emigraron a Suiza en los años 80, y Erel también nació en Basilea, aunque tiene la doble nacionalidad.
Así, Turquía se fue al descanso un gol abajo y fuera de la Eurocopa gracias a un pase y un gol de dos futbolistas de sangre otomana. Fatih Terim necesitaba sorprender y se sacó de la manga un doble cambio que arreglaría muchos de los problemas de su equipo. Topal ocupó el puesto de Tumer Metin, es decir, la veteranía dio paso a la juventud en el centro del campo, mientras Semih Sentürk sustituyó a Karadeniz en la delantera.
Remontada turca
Fue precisamente Sentürk el que empató el partido con un cabezazo tras un centro medido de Nihat, que mejoró respecto a su imagen del partido inaugural pero todavía está lejos de su mejor nivel. Benaglio intentó adornarse y terminó ayudando a que el balón entrara.
Entonces el partido se abrió, y la ilusión suiza encerró a los turcos en su área. Esto provocó que los otomanos buscaran el contraataque matador que acabaron encontrando. Una apertura desde el centro del campo hacia la izquierda dejó solo a Arda Turan, que recortó hacia fuera y disparó con el alma. El balón rebotó en un defensa y se coló en la portería local, silenciando a la afición de Basilea y provocando el estruendo en el fondo ocupado por los aficionados turcos.
Con este resultado Suiza se queda fuera de su torneo, algo que era previsible pero que ha sido demasiado cruel, jugando correctamente los dos partidos y en ningún caso siendo inferiores a sus rivales. Su partido contra Portugal será un trámite, todo lo contrario que el Turquía - R. Checa, que será un duelo a muerte sobre el césped de Ginebra.